sábado, 29 de octubre de 2011

El frío que corta tus ojos.

Poco a poco las sábanas pesan más,la habitación empieza a caer sobre mí,cubriéndome de escombros que no me permiten levantarme. 
Voy aprendiendo de nuevo a cerrar los ojos,a evadirme de todo,a mirar las puestas de sol con estas canicas ciegas y llenas de dolor.
Suspiro por mi agrietada boca,y el viento de mi aliento se lleva consigo el polvo de mis labios. Odio el frío,pero me encanta esa sensación de soledad que me regala el invierno,rompe mis huesos en cachitos muy pequeños. No tengo miedo a que se los lleve el viento. Porque tan solo hará que viaje una parte de mí. Lejos de aquí. El sueño humano consiste en huir. A donde sea. Huimos incluso del lugar donde somos felices. Porque nos pesa demasiado la libertad.
Castañas en mis manos,vacío el estomago,se encrespa mi pelo,húmedo y roto.
Poco a poco se van cerrando con más ímpetu mis ojos. Mis parpados morados por el frío,duro y afilado, caen con cansancio. Mi mente ya no se encuentra aquí. Ahora esta entre humo de pipa y ramas secas,que pinchan y huelen deliciosas. Aroma a tierra mojada inunda mis fosas nasales. He dejado de pisar asfalto para caminar sobre hierba mojada y blanda. 


No,ya no me encuentro aquí. He escapado, y me encanta.





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