miércoles, 23 de diciembre de 2015

Desmenuzarse



Renegar de uno mismo para descansar


Negar tu cuerpo y tu mente


para

volar

Viajar del lugar en el que te encuentras  

a tu serendipia


y escuchar

la marea y la arena
el zumbido del oleaje y el choque de la piedra


Estudiar cada minúsculo ser vivo en la corteza


la energía correteando por la ladera y el pasto


el viento peinando los valles con su canto


Fundirse con el frío, el peor de los
enemigos


Olvidarse de tu nombre, de tu apariencia, de quien dicen que eres


olvidarse de tu existencia


para disfrutar

para disfrazarte de los sonidos

de los colores

y vivir
de los ojos

del tacto

y del oído.





Que nadie pregunte por mí,

que me dejen libre en lo salvaje,

para perderme de mi misma


y no volver a encontrarme.