Lo he caminado muchas veces,
lo he rodeado cientos buscando un significado,
una verdad intrínseca en nuestros corazones,
una palabra que nos hiciese libres.
He buscado luz en la oscuridad del mundo,
he excavado en el pasado enterrado,
mis pupilas se han posado en tu rostro, buscando el conocido que no esconde ni perturba el corazón.
He mirado al abismo de Baudelaire
y he intentado aceptarlo.
He soñado ser un animal y me he sentido.
Pero nada me trae paz.
Acepto que no puedo aceptar,
que he intentado comprender lo que me confunde
y me he enfrentado a lo que he temido.
Acepto que he perdido.
Qué he recorrido este laberinto
una
y otra vez.
Os prometo que no queda nada más.
