martes, 21 de enero de 2020

Dejar ir


El mundo cambia,

el tiempo pasa,

las estaciones perecen,

y yo también me iré.



Pero un sueño permanence,

silba con el viento en la pradera verde,

 donde la niña pequeña duerme.


Es una tormenta pasada que se difumina en la memoria.

Es por ella que miras las nubes a la espera de que se inunden.


Es una presencia que sólo tú sientes,

son unas palabras que sólo tú escuchas,

es el pesar al que te aferras.


Cómo comprender de dónde vienes
si no sabes qué fue real.

Cómo conocer lo ocurrido
cuando no crees en tu conciencia.

Cómo apreciar lo que posees
 cuando no te piensas.


Es momento de despertar.
Haz uso de tu cuerpo y camina
hacia el valle que siempre imaginastes.


 No se consigue nada con el pasado.
No existe el futuro
porque el presente es incierto.


Es por ello que repito:
 Hoy nos habitamos
porque mañana nos iremos.








Me quito la mochila,             
cógeme de la mano.