jueves, 13 de agosto de 2015

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¿Conoces ese ruidoso sonido al que llaman
silencio?

Te hablo del silbido de las ventanas al filtrar el aire por sus finas rendijas,

te hablo del latido al otro lado de la pared, que pertenece a otro nombre y a otra historia,

te hablo de la locura residual de cada pensamiento creado en esta tierra,

te hablo del golpe que marca la inexistente aguja del tiempo,

te hablo del roce de los cuerpos milenarios hundidos en madera y barro,

te hablo del arrastrar de las palabras en el pasado,

te hablo de la vibración de las estrellas  en la lejanía,

te hablo del murmuro en las profundidades del inmenso azul,

te hablo del zumbido de los enormes árboles agitándose,

te hablo de la voz en tu cabeza,

te hablo del susurro de tu conciencia;




Dime, ¿conoces ese abrumador sonido al que llaman

existencia?


martes, 4 de agosto de 2015

Sossusvlei.

El cielo arropa con la oscuridad de su manto
las dunas de mi desierto,
las alumbra levemente con los farolillos
que cuelgan del firmamento,
 y las mece con su viento,
 y las mira dormir.

Mi respiración honda y solemne,
mis ojos luceros,
mi corazón sigiloso pero presente,
mi cuerpo entero acompañando este silencio.

Sé que estoy sola,
siempre estuve sola,
y a pesar del amor, la amistad y la fidelidad,
seguiré sola.

No tengo miedo,
siempre me acompañarán mis montañas,
siempre me acompañará la calidez del astro rey,
siempre me acompañarán las historias de quienes me antecedieron y de quienes me sucederán,
siempre me acompañará la inocente oportunidad que me brinda la mañana.

Y aunque me faltases tú, 
a quién tanto echo en falta,
siempre me quedaré yo,
siempre me quedará mi propio amor incondicional, continuo y benévolo;



Siempre me quedará mi desierto y la humildad de su noche estrellada.