La brutalidad de las montañas rasgando el azul,
el olor marino que baila con el sol mediterráneo,
el trigal que se mece llegada la noche.
Mire a donde vaya,
vaya a donde viaje,
viaje a donde piense,
tú siempre estás en mi sentir.
Mi serendipia resultó ser espejismo.
Un falso oasis que se vislumbra a los lejos,
que promete saciar tu sed de vida
y que nunca llega.
Los hechos son el nacimiento de las palabras,
materializadas tras mucho tiempo durmiendo en la boca.
Pero él continúa en el mundo onírico,
y tú decides viajar a la tierra del ahora.
Donde el tiempo cuenta,
los trenes vuelan
y las oportunidades galopan.
El interés denota lo que mueve al corazón.